miércoles, 18 de mayo de 2011

ESPECIAL CAMBIO CURRICULAR: ÁREA DE CIENCIAS NATURALES


En el área de Ciencias Naturales también hay cambios relevantes en las nuevas Bases Curriculares propuestas por el MINEDUC para los niveles de 1° a 6° básico. Si bien hay aspectos positivos en esta modificación, como la inclusión de algunos temas antes ausentes o la disminución de la carga curricular, es necesario también mencionar algunos puntos que merecen un análisis crítico y que abren interrogantes acerca de la futura implementación de esta nueva propuesta.

Aspectos positivos: temas nuevos y menor carga curricular

Es rescatable el énfasis en la promoción de objetivos transversales, tema trascendente en esta etapa de formación de niños y niñas, especialmente en la sociedad actual donde el beneficio personal parece imponerse por sobre lo social. También destaco que se enfaticen aquellos conocimientos que resultan cercanos para los estudiantes, por ejemplo, “plantas y animales nativos, priorizando ejemplos del entorno local” (1° básico, eje Seres vivos y cosas no vivas).

Asimismo, es importante que se destaque el tema de la salud y cuidado personal como también el tema medioambiental, además de considerar el uso de TIC en forma óptima y responsable; salud y medioambiente son temas a los que en los últimos años no se les ha dado la importancia y el valor que tienen para el desarrollo de las personas y del país.

Por último, aun cuando no se entregan datos numéricos, se puede interpretar que hay una intención de reducir la extensión del currículo al presentar menos ejes. También pienso que hay una mayor precisión, ya que están más acotados los aprendizajes esperados para cada nivel, lo que permitiría la real cobertura del currículum en las escuelas. Además, al disponer de mayor tiempo, se deja a los establecimientos decidir los énfasis que quieran dar en la enseñanza según su propio proyecto educativo institucional. 

Cambios relevantes y aspectos críticos del nuevo currículo

Al realizar la lectura de las Bases Curriculares observo algunas diferencias de estructura respecto del currículo todavía vigente. Por ejemplo, en el Ajuste Curricular se presentan cinco ejes en los que se organizan los objetivos y contenidos. Las habilidades del pensamiento científico se integran a cada uno de ellos. En las Bases Curriculares la cantidad de ejes se reduce a tres desde 1° a 5° básico y a cuatro en 6° básico. Al igual que en la versión anterior, las habilidades de investigación se integran en estos tres ámbitos.

Junto con estos cambios estructurales, observo que en el Ajuste Curricular vigente se habla de “Habilidades de pensamiento científico”, mientras que en las bases curriculares se habla de “Habilidades de investigación” o “Habilidades científicas”. Tal vez se podría pensar que esta distinción es irrelevante, es solo semántica; pienso que no es así,  se marcan intencionalidades distintas. Promover en el alumno un pensamiento y un lenguaje científico no quiere decir que se pretenda formar pequeños científicos (como parece insinuarse en las Bases), sino más bien se espera orientar en los estudiantes una manera de pensar y de mirar el mundo que los rodea. Dicha modificación de intenciones o de énfasis se corrobora al leer la definición entregada en las Bases Curriculares para la investigación científica. Según el documento, esta “consiste en la formulación de preguntas o hipótesis, y en la aplicación de métodos claros y confiables para encontrar respuestas o verificar hipótesis…” (p. 108).

De la misma manera, las habilidades científicas mencionadas en el Ajuste y en las Bases reflejan la diferencia antes mencionada. En las bases curriculares las habilidades científicas que se mencionan son: Observar, Comparar, Clasificar, Usar instrumentos, Comunicar, Inferir, Predecir, Analizar, Evaluar, Formular preguntas, Formular hipótesis, Medir, Registrar y Explorar; en el Ajuste Curricular las habilidades del pensamiento científico que se mencionan son: Formulación de preguntas, Observación, Descripción, Registro de datos, Ordenamiento e interpretación de la información, Elaboración de hipótesis, Procedimientos y Explicaciones.

Así, del foco centrado en la alfabetización científica de los escolares, es decir, en  “desarrollar en los estudiantes la capacidad de plantear preguntas y sacar conclusiones basadas en las evidencias, tomar decisiones informadas sobre temas contingentes, e involucrarse en asuntos científicos y tecnológicos de interés público y en los discursos acerca de la ciencia”, en las Bases Curriculares se transita a “ofrecer oportunidades para que los estudiantes utilicen los conceptos e integren las habilidades y procesos para investigar los objetos, seres vivos y fenómenos que los rodean” (p. 109).

La selección curricular no puede limitarse a conceptos y principios sino que debe extenderse a los modos de proceder de la ciencia, con el fin de que alumnos y alumnas desarrollen las habilidades de pensamiento propias del quehacer científico y la comprensión de este como una actividad humana no ajena a su contexto sociohistórico.

Desde mi perspectiva la enseñanza de las ciencias naturales debe estar basada en una metodología que implique actividades de observación, de experimentación, donde hayan interrogantes que dilucidar, se puedan solucionar problemas, haya contacto con la realidad, espacio para que niños y niñas comenten y discutan, donde prevalezca el pensamiento reflexivo, se dé lugar a la creatividad, donde se trabaje en equipo, los alumnos y alumnas se involucren en su propio aprendizaje, y se generen aprendizajes significativos y duraderos. Las ciencias naturales deben permitir desarrollar una disciplina intelectual a través del planteamiento y la resolución de problemas, el manejo de la incertidumbre y la adaptación al cambio, favoreciendo el aprender a pensar, el desarrollo de un pensamiento crítico frente a la realidad, que permita al estudiante investigar nuevas temáticas de su interés. Preferiría que hubiese mayor énfasis en el desarrollo de habilidades indagatorias en ciencias, ya que el desarrollo de las habilidades de pensamiento científico resulta útil para la comprensión de la vida y el entorno, para la formación de ciudadanos responsables consigo mismos y con la naturaleza. Lo cierto es que no observo presencia de este aspecto en la nueva propuesta curricular.

Por último, quedan muchas dudas, entre ellas: ¿Qué pasa con los Mapas de Progreso, deberán ser modificados de acuerdo a las bases curriculares? ¿Habrá continuidad con la educación media, cómo será la secuencia curricular?

7 comentarios:

  1. Excelente, ponderado y bien fundamentado. Comparto plenamente sus dudas.

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  2. Sentimientos encontrados frente a artículo de La Tercera que nos plagia sin citarnos: por un lado, quiere decir que nuestro blog está adquiriendo importancia en la opinión pública; por otro lado, molesta que no se indique cuando la información se toma del trabajo de otras personas y se utiliza sin citar la fuente. Pueden ver cómo se utiliza este artículo al final de la siguiente noticia en el diario:
    http://diario.latercera.com/2011/05/23/01/contenido/pais/31-70029-9-expertos-polemizan-sobre-los-enfasis-puestos-en-nuevo-curriculo-de-educacion.shtml

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  3. Y que más se puede esperar de la Tercera y sus periodistas...

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  4. He leído con atención las nuevas bases del curriculares para la enseñanza de ciencias naturales en el nivel de enseñanza básica.

    Me sumo a las observaciones que nos plantea Juanita, pero yo tengo cierto agrado por la intención de dotar de mejores habilidades científicas en nuestros niños y niñas.

    ¿Qué es inclusive a qué: el pensamiento científico en las habilidades científicas o al revés? Si bien tengo claro que los enfoques son diferentes, son totalmente complementarias.

    Nuestro país tiene una dotación de científicos cuya edad promedio es bastante alta, eso significa que se necesitan más científicos, savia nueva, gente joven. Y es necesario promover la actividad científica en la edad temprana.

    Pero claro, más importante es la formación de un ciudadano responsable, con capacidad de opinar, consistente y coherentemente, ante problemas que cada persona, y la sociedad en su conjunto, debe enfrentar en el día a día. Opinar por opinar no basta, hay que tener bases sólidas para hacerlo. Hoy, por ejemplo, hay encima de la mesa varios temas que directa o indirectamente nos afectan, energía nuclear, central hidroaysen, tendido eléctrico de ésta última central y semillas transgénicas, solo por citar algunos.

    Esos temas convocan a diversas opiniones y a tomar partido por una u otra opción. Y hay que hacerlo, es nuestra obligación, pero es necesario que esa opción se haga con el conocimiento científico - tecnológico y social que está asociado.

    La escuela tiene mucho que ve ver en ese tema. Es, junto a la familia y al estado, la responsable de promover la actitud crítica y el deber ciudadadano en nuestros niños y niñas, de darle oportunidad para que participe en el debate social, más aún en problemas que le afectarán como actores sociales.

    La escuela debe dotar al niño de esa habilidad investigadora, de saber informarse con fuentes válidas, saber reconocer un argumento que está en línea con su propia cultura, sus valores, su formación en general.

    Pero, pasando a otro punto, y no menor.

    ¿Quién enseña la ciencia que debe enseñarse?

    ¿Estamos los profesores actuales preparados para enseñar lo necesario? ¿Sabemos los profesores cómo promover el "pensamiento científico" o "la habilidad científica"?

    ¿Tenemos el "feeling" desarrollado para distinguir lo relevante, disciplinariamente hablando, de lo que es irrelevante o de menor importancia?

    Hay docentes que ante la poca formación disciplinaria, en física por ejemplo (que es mi área junto a matemática), con la mejor de las intenciones se guían por lo que dicen los textos, pero la falta de un conocimiento más profundo les imposibilita reconocer lo que sí o sí debe enseñarse con los ejemplos adecuados a la población que se atiende.

    El reconocer la ciencia en nuestro entorno requiere que conozcamos muy bien la disciplina. Y aquí están mis dudas, ¿conocemos bien, pero muy bien, lo que debemos enseñar?

    En cuanto a metodologías y prácticas docentes hay muchas cosas escritas, probadas o no, y ya más o menos uno sabe cómo promover mejor una determinada actividad de enseñanza. Pero enseñar bien lo que debemos enseñar requiere dominio disciplinario, no es suficiente la metodología.

    Entonces, surge otra observación: el texto escolar.

    Ufff, he visto innumerables críticas a los textos escolares. Y muchas veces de manera acertada. Yo he escrito algunos así que más o menos conozco algo de eso. El texto, para la editorial, es un negocio, que de acuerdo a las licitaciones debe contender cierta cantidad de páginas (ya que hay un presupuesto definido), entonces ahí hay que incluir todo. Y, en el "corte" que hace el editor.. muchas veces se van cosas esenciales. Aparte de que algunas editoriales no tienen correctores apropiados.

    Bueno, también estoy de acuerdo en que el diario La Tercera debió citar la fuente de su información.

    Saludos a todos y todas

    Hernán Verdugo Fabiani
    Prof. Matemática y Física

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  5. Don Hernán:

    -El formar científicos, va mas allá de los objetivos de una escuela básica. Con suerte si se cuenta con un Laboratorio de Ciencias. De hecho eso es algo que por ahí he leído de parte de científicos, el formar un científico es algo mas complejo que enseñar Ciencias Naturales.y algo positivo puede ser iniciativas como Explora Conicyt, que envía a jóvenes científicos a las escuelas para enseñarles a los alumnos,los elementos básicos de su quehacer.

    El aprendizaje de las ciencias tiene sus complicaciones porque hay que conocer los procesos de maduración psicológica de los educandos.Por ejemplo Ud. difícilmente puede enseñarle a un niño menor de 10 años que una tonelada de plumas pesa mas que un kilo de plomo, porque su nivel de maduración no separa la imagen visual del peso de las cosas (De hecho me acuerdo que en mis tiempos de estudiante de 4º Medio en la asignatura de Psicología hice esa pregunta de que pesa mas a un niño de esas características, y respondió que el kilo de plomo pesaba mas).

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    1. Don Patricio

      Primero una aclaración, yo no he dicho que el objetivo de la escuela básica, ni siquiera la media, es formar científicos. Dije otra cosa.

      Dije que es importante que las personas cuando opinan sobre algo lo hagan con fundamento, con argumentos sólidos y no solo un concierto de "yo creo qué" sin sustentos validados. Y, qué mejor que la escuela, junto a la familia, para formar a nuestros niños para que producto de los objetivos de aprendizaje logren adquirir una actitud crítica, una capacidad de opinar de manera informada.

      Y, claro, si el ámbito del tema en el que se puede participar es en el ámbito científico, entonces esa persona debe saber algo sobre el tema, o al menos tener la capacidad de aprender sobre el tema y así, debidamente informado, estar en condiciones de consolidar una opinión.

      Y, si algo de ciencia se ha de enseñar en la escuela, asumiendo que quien enseña cuenta con metodologías apropiadas, ¿no es acaso pertinente decir que quien lo haga debe saber lo que va a enseñar?

      Bueno, considero oportuno, aunque ya muy desfasado en el tiempo, aclarar lo que quise decir ya que al parecer fui interpretado de manera diferente a la que pretendí.

      Saludos

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  6. Por lo que tengo claro la enseñanza de las ciencias implica un equilibrio entre la ciencia producto y la ciencia proceso es decir: un equilibrio entre los conocimientos y los métodos, por lo cual hay que complementar lo practico con lo teórico, y por otro lado en las bases curriculares no se debería trabajar con la formulación de hipótesis, ya que es un proceso científico de mayor complejidad, primero hay que trabajar con los niños y niñas procesos mas simples que permitan formar los cimientos para los procesos posteriores.UN PÁRVULO LO QUE PUEDE REALIZAR ES EL PROCESO DE INFERIR.

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