miércoles, 26 de enero de 2011

¿CANTIDAD ES CALIDAD?



Con frecuencia, en nuestro día a día nos vemos forzados a elegir entre cantidad y calidad, debate que hoy cobra especial relevancia en relación con el aumento de las horas de lenguaje que se ha propuesto como medida para mejorar la calidad de la formación escolar. Surgen, entonces, preguntas como: ¿es necesario tener más horas en el sector de Lenguaje y Comunicación? Ese aumento, ¿asegura la calidad de la enseñanza y el aprendizaje? 

La reforma educacional chilena, que se viene implementando desde la década de los noventa, considera como un elemento fundamental el desarrollo de habilidades que permitan a los y las estudiantes desenvolverse en un mundo lleno de información y siempre cambiante. Para lograrlo, considera los aportes efectuados por la psicolingüística y el análisis del discurso, específicamente, en los procesos de lectura y escritura. 

En cuanto al proceso de lectura, se destaca que los niños y niñas sean capaces de realizar inferencias (simples o complejas) con respecto a la información que un texto plantea. Por esta razón, los programas de estudio y los mapas de progreso proponen un conjunto de habilidades adecuadas para cada nivel de enseñanza. Estas habilidades, además, son transversales a todos los sectores: Matemática, Ciencias Naturales, Historia, Geografía y Ciencias Sociales e Idioma Extranjero. Esta situación implica la existencia de un currículum que tiende más a la integración de los conocimientos que a su división.  

De acuerdo con lo anterior, el currículum educativo busca, en el caso de Lenguaje, desarrollar “la comunicación y la metacognición” (Braslavsky, 2006: 94). Estas habilidades posibilitan el acceso y la entrega de información variada y, además, fomentan la capacidad de darse cuenta de la eficiencia de estos procesos en uno mismo. En el caso de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, el desafío es comprender para construir una historia del mundo común y propia (Braslavsky, 2006).

Siguiendo a Braslavsky, afirmamos que la educación es de calidad cuando cada disciplina tiene un foco claro y pertinente, y se complementan para formar un sujeto integral. Por esta razón, lenguaje y ciencias sociales son disciplinas complementarias. En la primera se desarrollan las habilidades de lectura y escritura como procesos cognitivos y metacognitivos, mientras que en la segunda se ponen en movimiento las competencias aprendidas para formar sujetos críticos, esto es, construir la sensibilidad por lo que ocurre en el mundo. 

Teniendo en cuenta los esfuerzos que se han realizado para instalar al desarrollo de habilidades como un eje central de la enseñanza y el aprendizaje, no podemos compartir la propuesta del gobierno de aumentar las horas de lenguaje y comunicación de 5 a 7 semanales con el objeto de mejorar el rendimiento en pruebas nacionales como SIMCE e internacionales como PISA. Parece contradictorio proponer el trabajo en competencias en los programas de estudio, pero enfatizar la importancia de una práctica basada en el entrenamiento, es decir, estudiar para la prueba y no para aprender.  

Desde el punto de vista cognitivo, el aumento de horas y la focalización en resultados cuantitativos, (mayores puntajes en SIMCE y PISA), producen la pérdida del objetivo de la reforma educativa basada en la enseñanza y el aprendizaje, ignorando que el buen rendimiento en pruebas nacionales e internacionales debería ser consecuencia del desarrollo de habilidades pertinentes de lectura y escritura.

Desde el punto de vista de la implementación de las clases, se corre el riesgo de favorecer la práctica de un entrenamiento donde se enfatiza la respuesta de preguntas tipo SIMCE o PISA más que el análisis completo de un texto, película, programa de televisión, entre otros. Este análisis debe incorporar la identificación de información relevante, la jerarquización, la síntesis, la secuenciación y la evaluación crítica. 

Desde una perspectiva neuropsicológica, la mayor plasticidad cerebral se da desde el nacimiento hasta la pubertad, (etapa pre-escolar y enseñanza básica). Por esta razón, es fundamental enseñar a los niños y niñas una lectura profunda y una escritura adecuada, esto significa que sus habilidades se asocien con una flexibilidad cognitiva que les permita operar con diversos tipos de información (narraciones, blogs, argumentaciones, propagandas, entre otras). Un entrenamiento focalizado en un tipo de evaluación predispondría el desarrollo de ciertos engramas cerebrales/mentales más rígidos y difíciles de modificar en etapas posteriores del desarrollo.

Desde un punto de vista ideológico, es probable que los estudiantes lleguen a la enseñanza media con un buen rendimiento en pruebas nacionales e internacionales, sin embargo, esto no garantiza la formación de sujetos que piensan, evalúan y critican la información que se les entrega. El currículum enfatiza la importancia de la reflexión por sobre un buen desempeño automático.

Finalmente, desde un punto de vista cultural, la distribución de horas debe ser consistente con patrones socioculturales de un país y no ajustarse a requisitos tales como rendimiento en pruebas internacionales. Esto porque la enseñanza escolar debe apuntar a formar un individuo capaz de enfrentarse a múltiples dificultades (resolver problemas), aportar a la sociedad en que vive, preservar los valores sociales y culturales de su comunidad y respetar las diferencias. En este punto concordamos con la carta presentada ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados sobre el Proyecto de Ley de Calidad y Equidad de la Educación, por el Movimiento por la Historia, Geografía y Ciencias Sociales en la Educación (9 de diciembre de 2010: 8)
  
“Pareciera más acertado invitar a los profesores de todas las asignaturas a favorecer con mayor profundidad las competencias lingüísticas y matemáticas en los diferentes sectores de aprendizaje, más que hacer un juego de horas más, horas menos en el plan curricular. (…) En el currículo escolar existen procesos simultáneos, no lineales, especialmente en el segundo ciclo y en la enseñanza media”. 

REFERENCIAS

Broslavsky, C. (2006). Diez factores para una educación de calidad para todos en el Siglo XXI. REICE (Revista electrónica Iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en la educación). Vol 4, No 2e.

Movimiento por la Historia, Geografía y Ciencias Sociales en la Educación Chile (2010). Sobre el proyecto de ley de calidad y equidad de la educación. Carta presentada ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados: 9 de diciembre de 2010.
Rosselli, M., Matute, E. y Ardilla, A. (2010). “Desarrollo cognitivo y maduración cerebral”. En: Neuropsicología del Desarrollo Infantil. México: Manual Moderno.




miércoles, 5 de enero de 2011

ESPECIAL REFORMA 3: EL MENTIROSO MEJORAMIENTO DE LA PROFESIÓN DOCENTE


Otro punto que se ha utilizado como gran lema en estos días de 'revoluciones' y 'reformas' en educación se relaciona con el mejoramiento de la profesión docente, tanto a nivel de su prestigio social como de las remuneraciones y beneficios económicos asociados a ella. A primera vista y a nivel de superficie, como se suele ver todo en la opinión pública chilena, suena a justo y a necesario... Pero una vez que se rasguña un poco la primera capa de barniz y maquillaje, lo que se encuentra en realidad es una mayor desvalorización de lo que significa ser profesor junto con una pirotecnia monetaria que beneficia a pocos en lugar de colocar un piso digno para todos (algo de lo que han huido históricamente nuestros políticos). Examinaremos aquí en detalle qué implican realmente las medidas de la reforma en este ámbito y veremos hasta qué punto la inversión puede valer la pena.

Beca para profesionales de la educación

Uno de los aspectos que, según el MINEDUC, permitiría mejorar la calidad de la docencia tendría que ver con la generación de incentivos económicos para que los estudiantes con puntajes más altos en la PSU decidan optar por pedagogía en lugar de otras carreras. Obviando por ahora la discusión acerca del grado en que la PSU realmente predice un buen desempeño en la universidad, podemos decir que las becas 'Vocación de Profesor' suenan a algo lógico, sensato, pero ello no llega a superar la primera impresión. Si nos salimos del cuadro pequeño para enfocar las cosas a nivel de sistema, las preguntas emergen rápidamente: ¿Qué tan motivados pueden sentirse los estudiantes por una beca que les permite estudiar gratis una carrera que les promete un sueldo muy inferior en comparación con otras? Se dice que una imagen vale más que mil palabras. La siguiente, tomada del sitio que el mismo Ministerio viene manteniendo desde hace años (http://www.futurolaboral.cl/), muestra los ingresos brutos mensuales a los que pueden aspirar los egresados de Pedagogía en Educación Básica y Media en sus primeros 4 años de trabajo y los compara con los que un estudiante puede esperar de otras carreras como Ingeniería o Enfermería.


FIGURA 1. Gráficos acerca de proyección de ingresos en Pedagogía, Ingenería civil y Enfermería,
tomados del sitio www.futurolaboral.cl


Lo anterior sin mencionar que hay un no despreciable 27,9% de profesores del sistema municipal y un 25,6% de docentes del sistema particular subvencionado que ganan entre $151.000 y $350.000, según la encuesta CIDE 2008 (CIDE, 2008: 8). Con estas cantidades está claro que los que estudiaron pedagogía por vocación ya están en el sistema, pues no parece haber otra motivación para tal elección profesional.

Incentivos a la excelencia pedagógica

¡Pero no importa! El Ministro, que piensa en todo, también ha hablado de mejoras para el salario de los estudiantes recién egresados con el fin de aumentar su sueldo inicial. El problema es que, en su obsesión por el mérito y la elite de excelencia, dicho aumento solamente será para aquellos estudiantes que obtengan los mejores resultados en la prueba Inicia. Los demás, es decir, el 70% restante de los que aprobaron la prueba, tendrán que estar dispuestos a iniciar su vida laboral con un sueldo no superior a los 400 mil pesos. Los del 'afortunado' 30%, en cambio, podrán tener entre $50.000 y $150.000 más en su sueldo, o sea, entre unos 400 a 500 mil pesos para los profesores de básica, y unos 450 a 550 mil para los de media, cantidades que ni siquiera pisan los talones del sueldo inicial de un ingeniero o un profesional de la salud.

Tales promesas no solamente se proponen para los recién egresados, pues (afortunadamente) el actual gobierno decidió mantener el beneficio de la Asignación de Excelencia Pedagógica en el proyecto de ley que actualmente se discute en el Congreso. No obstante, lo mantiene con algunos cambios y es ahí donde el estilo publicitario del MINEDUC se empieza a notar. Solamente se publica que "Para quienes ya ejercen la profesión docente, se triplicarán los premios con Asignación de Excelencia Pedagógica, que premia a los mejores profesores del sistema municipal y particular subvencionado" (MINEDUC, 2010b), pero solamente si uno se da el trabajo de leer el proyecto de ley puede notar el anverso de este espectacular anuncio: sucede que el monto no se triplica, sino que se concentra, reduciéndose así a 4 años un beneficio que, por acuerdo con el Colegio de Profesores, debe extenderse por 10 años según la ley actual. O sea, lo que se recibía repartido en 10 años (un monto total de $6.720.000 para los docentes de mayor antigüedad) es casi lo mismo que se dará concentrado ahora en 4 años (un monto total de $7.200.000 para los docentes de desempeño más alto). 

Junto con lo anterior, hay un cambio significativo en la diferenciación de los montos por tramo, es decir, en el criterio a través del cual se decide el mayor o menor monto que recibe cada uno de los docentes que aprobaron la evaluación. Según la ley actual, los docentes que llevan más tiempo trabajando reciben un monto más alto una vez obtenido el beneficio. En el proyecto de reforma se propone una diferenciación no según la experiencia, sino según el nivel de logro obtenido por cada profesor, es decir, solamente los docentes de mayor rendimiento recibirán $150.000 mensuales más por 4 (y no por 10) años, pues los de rendimiento medio descienden a $100.000 y los del último tramo obtienen $50.000 (en este último caso los $5.040.000 totales que el docente de menor antigüedad recibe en los 10 años que consigna la ley actual se reducen a $2.400.000 en los 4 años que propone el proyecto de Lavín... la aparente inversión es, entonces, un ahorro, que es lo que menos necesita la educación pública chilena). Todo esto contribuye a una percepción de la profesión docente como inestable, con un salario realmente menos que 'reguleque', donde los años de trabajo no aseguran nada, y donde la presión es constante si se quiere tener un sueldo más digno.

Lo anterior sin mencionar que, otra vez, el beneficio sigue siendo para unos pocos docentes, cuando lo lógico sería partir por un sueldo base para todos los profesores y, una vez allí, agregar beneficios.

¿De qué revaloración de la profesión docente se está hablando, si estas 'gangas' parecen más una confirmación del desprecio que la sociedad siente por la carrera docente? ¿A qué se debe esta creencia generalizada acerca de la menor importancia del trabajo de un profesor con respecto al de un médico, de un abogado o de un ingeniero? Porque está claro que no se trata de una tarea menos importante o menos compleja. 

Condiciones laborales

Y como si el tema del sueldo no fuera suficiente para prevenir a los estudiantes que se sientan motivados por la educación, el paquete de condiciones laborales de la profesión resulta igualmente desalentador. Se trabaja en una jornada de 44 horas, casi todas empleadas en trabajo en aula, además de una cantidad no despreciable de horas en casa corrigiendo trabajos y pruebas, planificando, preparando clases, asistiendo a perfeccionamiento, con lo que a veces pareciera que la semana no tuviera horas suficientes para tanto trabajo. Qué decir de aquellos que deben conseguirse dos trabajos para poder aumentar sus ingresos. 

Y es raro... Porque según se indica en la Encuesta CIDE 2008, los profesores ganan en promedio $13.899 por hora trabajada (CIDE, 2008: 9), lo que significaría que por una semana de 44 horas deberían ganar $611.556, lo que al mes sumaría un sueldo total de $2.446.224. Sin embargo, por alguna extraña razón que nunca nadie ha logrado explicarme desde un fundamento que me parezca lógico, el sueldo total de un profesor se debe dividir por 4, es decir, se les paga el valor de una semana por un mes completo de trabajo.

Y como para cerrar el cuadro, viene la jubilación, que resulta más paupérrima que el sueldo. Pero para eso está el bono de retiro de 20 millones que regala el gobierno... 20 millones divididos por los 30 años o más de vida que restan a una persona jubilada se convierten en unos $55.000 mensuales adicionales. Y se tiene el descaro de decir que este bono tiene por finalidad "reconocer el desempeño que [los docentes] realizaron durante su trayectoria laboral" (Proyecto de Ley 7719, 2010: 4)... Es apenas un consuelo, pero en ningún caso un reconocimiento.

De más está decir que todo lo anterior se da únicamente si han tenido la suerte de no ser despedidos por estar en el 5% mal evaluado, ya sea en la evaluación docente nacional o en la que el sostenedor estime conveniente. En ese caso la cosa se puede poner de verdad color de hormiga.

Cuestionar en estas condiciones la vocación de muchos profesores resulta, al menos, ofensivo y poco informado.

Comentarios finales

Ya en los gobiernos anteriores se hizo poco y nada en el ámbito de la profesión docente en términos de mejorar de forma REAL y DEFINITIVA las condiciones en las que la dejó la dictadura. Hubo asomos tímidos, intentos poco valientes por realizar mejoras que valieran la pena. Se pidió mucho de los docentes a través de la reforma curricular de los 90', pero se les dio poco para generar las condiciones necesarias para el cumplimiento de tales exigencias. La reforma que hoy se propone lo que hace principalmente es confirmar el desprestigio, la falta de voluntad de las clases dirigentes por entender la profesión docente con el mismo estatus que cualquier otra. Y resulta francamente vergonzoso de parte de personas que ganan sueldos 'reguleques' de millones mensuales por trabajar menos horas y sin mayor control de inasistencias. De verdad, da vergüenza.

Fuentes

CIDE (2008). VII Encuesta CIDE a actores de la educación. Informe final. Santiago de Chile: CIDE, Facultad de Educación, Universidad Alberto Hurtado.

MINEDUC (2010a). Proyecto de Ley 7719 de Calidad y Equidad de la Educación (22/11/2010). Santiago de Chile: MINEDUC. 

MINEDUC (2010b). Una revolución para los protagonistas de la educación. Santiago de Chile: MINEDUC.

Información sobre ingresos brutos por carreras tomada de: http://www.futurolaboral.cl/