Con frecuencia, en nuestro día a día nos vemos forzados a elegir entre cantidad y calidad, debate que hoy cobra especial relevancia en relación con el aumento de las horas de lenguaje que se ha propuesto como medida para mejorar la calidad de la formación escolar. Surgen, entonces, preguntas como: ¿es necesario tener más horas en el sector de Lenguaje y Comunicación? Ese aumento, ¿asegura la calidad de la enseñanza y el aprendizaje?
La reforma educacional chilena, que se viene implementando desde la década de los noventa, considera como un elemento fundamental el desarrollo de habilidades que permitan a los y las estudiantes desenvolverse en un mundo lleno de información y siempre cambiante. Para lograrlo, considera los aportes efectuados por la psicolingüística y el análisis del discurso, específicamente, en los procesos de lectura y escritura.
En cuanto al proceso de lectura, se destaca que los niños y niñas sean capaces de realizar inferencias (simples o complejas) con respecto a la información que un texto plantea. Por esta razón, los programas de estudio y los mapas de progreso proponen un conjunto de habilidades adecuadas para cada nivel de enseñanza. Estas habilidades, además, son transversales a todos los sectores: Matemática, Ciencias Naturales, Historia, Geografía y Ciencias Sociales e Idioma Extranjero. Esta situación implica la existencia de un currículum que tiende más a la integración de los conocimientos que a su división.
De acuerdo con lo anterior, el currículum educativo busca, en el caso de Lenguaje, desarrollar “la comunicación y la metacognición” (Braslavsky, 2006: 94). Estas habilidades posibilitan el acceso y la entrega de información variada y, además, fomentan la capacidad de darse cuenta de la eficiencia de estos procesos en uno mismo. En el caso de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, el desafío es comprender para construir una historia del mundo común y propia (Braslavsky, 2006).
Siguiendo a Braslavsky, afirmamos que la educación es de calidad cuando cada disciplina tiene un foco claro y pertinente, y se complementan para formar un sujeto integral. Por esta razón, lenguaje y ciencias sociales son disciplinas complementarias. En la primera se desarrollan las habilidades de lectura y escritura como procesos cognitivos y metacognitivos, mientras que en la segunda se ponen en movimiento las competencias aprendidas para formar sujetos críticos, esto es, construir la sensibilidad por lo que ocurre en el mundo.
Teniendo en cuenta los esfuerzos que se han realizado para instalar al desarrollo de habilidades como un eje central de la enseñanza y el aprendizaje, no podemos compartir la propuesta del gobierno de aumentar las horas de lenguaje y comunicación de 5 a 7 semanales con el objeto de mejorar el rendimiento en pruebas nacionales como SIMCE e internacionales como PISA. Parece contradictorio proponer el trabajo en competencias en los programas de estudio, pero enfatizar la importancia de una práctica basada en el entrenamiento, es decir, estudiar para la prueba y no para aprender.
Desde el punto de vista cognitivo, el aumento de horas y la focalización en resultados cuantitativos, (mayores puntajes en SIMCE y PISA), producen la pérdida del objetivo de la reforma educativa basada en la enseñanza y el aprendizaje, ignorando que el buen rendimiento en pruebas nacionales e internacionales debería ser consecuencia del desarrollo de habilidades pertinentes de lectura y escritura.
Desde el punto de vista de la implementación de las clases, se corre el riesgo de favorecer la práctica de un entrenamiento donde se enfatiza la respuesta de preguntas tipo SIMCE o PISA más que el análisis completo de un texto, película, programa de televisión, entre otros. Este análisis debe incorporar la identificación de información relevante, la jerarquización, la síntesis, la secuenciación y la evaluación crítica.
Desde una perspectiva neuropsicológica, la mayor plasticidad cerebral se da desde el nacimiento hasta la pubertad, (etapa pre-escolar y enseñanza básica). Por esta razón, es fundamental enseñar a los niños y niñas una lectura profunda y una escritura adecuada, esto significa que sus habilidades se asocien con una flexibilidad cognitiva que les permita operar con diversos tipos de información (narraciones, blogs, argumentaciones, propagandas, entre otras). Un entrenamiento focalizado en un tipo de evaluación predispondría el desarrollo de ciertos engramas cerebrales/mentales más rígidos y difíciles de modificar en etapas posteriores del desarrollo.
Desde un punto de vista ideológico, es probable que los estudiantes lleguen a la enseñanza media con un buen rendimiento en pruebas nacionales e internacionales, sin embargo, esto no garantiza la formación de sujetos que piensan, evalúan y critican la información que se les entrega. El currículum enfatiza la importancia de la reflexión por sobre un buen desempeño automático.
Finalmente, desde un punto de vista cultural, la distribución de horas debe ser consistente con patrones socioculturales de un país y no ajustarse a requisitos tales como rendimiento en pruebas internacionales. Esto porque la enseñanza escolar debe apuntar a formar un individuo capaz de enfrentarse a múltiples dificultades (resolver problemas), aportar a la sociedad en que vive, preservar los valores sociales y culturales de su comunidad y respetar las diferencias. En este punto concordamos con la carta presentada ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados sobre el Proyecto de Ley de Calidad y Equidad de la Educación, por el Movimiento por la Historia, Geografía y Ciencias Sociales en la Educación (9 de diciembre de 2010: 8)
“Pareciera más acertado invitar a los profesores de todas las asignaturas a favorecer con mayor profundidad las competencias lingüísticas y matemáticas en los diferentes sectores de aprendizaje, más que hacer un juego de horas más, horas menos en el plan curricular. (…) En el currículo escolar existen procesos simultáneos, no lineales, especialmente en el segundo ciclo y en la enseñanza media”.
REFERENCIAS
Broslavsky, C. (2006). Diez factores para una educación de calidad para todos en el Siglo XXI. REICE (Revista electrónica Iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en la educación). Vol 4, No 2e.
Movimiento por la Historia, Geografía y Ciencias Sociales en la Educación Chile (2010). Sobre el proyecto de ley de calidad y equidad de la educación. Carta presentada ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados: 9 de diciembre de 2010.